El 22 de junio, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) reportó el asesinato del locutor venezolano Miguel Ángel Molina Villamizar, de 40 años, en un paso irregular de la frontera entre Colombia y Venezuela. Molina, quien era director de la emisora Melodía 90.1 en San Antonio del Táchira, fue encontrado con tres impactos de bala en la trocha La Marina, que conecta la región tachirense con el sector La Parada de Villa del Rosario, en el departamento de Norte de Santander, Colombia.
#AlertaSNTP | La policía colombiana encontró este #21Jun el cuerpo del venezolano Miguel Ángel Molina Villamizar en la trocha La Marina, entre #Táchira y el departamento Norte de Santander, de Colombia.
Al momento del hallazgo portaba un carnet que lo identificaba como locutor.
— SNTP (@sntpvenezuela) June 22, 2024
Este trágico evento resalta la creciente violencia y la inseguridad en las áreas fronterizas entre Colombia y Venezuela, exacerbadas por la presencia de grupos irregulares como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). La situación se complica aún más con la participación de bandas criminales organizadas como el Tren de Aragua.
El asesinato de Miguel Ángel Molina no solo representa una pérdida significativa para el periodismo en la región, sino que también plantea serios desafíos para las autoridades encargadas de la investigación. Carlos Andrés Muñoz, veedor ciudadano de Villa del Rosario, enfatizó la importancia de la cooperación entre Colombia y Venezuela para abordar este caso y garantizar la justicia. Asimismo, este incidente subraya la amenaza constante a la libertad de prensa en la zona fronteriza, afectando tanto a Colombia como a Venezuela.
La violencia en las trochas fronterizas ha sido una constante en los últimos años, con enfrentamientos por el control territorial que han dejado muchas víctimas. La zona se ha convertido en un escenario de conflictos entre grupos armados y organizaciones criminales, poniendo en riesgo la vida de los residentes y los migrantes. El hallazgo del cuerpo de Miguel Ángel Molina debe servir como un llamado a la reflexión sobre la necesidad de tomar medidas contundentes para garantizar la seguridad y la libertad de prensa en la región.