Andreina del Carmen Lugo Andrade, de 31 años, fue condenada a 18 años de prisión por el asesinato de su hija recién nacida, ocurrido el pasado 6 de mayo en el sector Andrés Bello de Acarigua, municipio Páez del estado Portuguesa.
Los hechos se desarrollaron en la vivienda de Lugo Andrade, donde dio a luz a una bebé niña. Sin embargo, en lugar de brindarle los cuidados necesarios, la mujer tomó la fatal decisión de acabar con la vida de su hija. Tras el alumbramiento, sepultó el cuerpecito de la recién nacida en el patio de la casa.
Alertados por la situación, funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) iniciaron las investigaciones. La labor detectivesca permitió localizar el cadáver de la infante, envuelto en bolsas, telas y cinta adhesiva, evidenciando el cruel crimen cometido.
Ante las contundentes pruebas presentadas por el Ministerio Público, el Tribunal 1° de Control de Acarigua dictó la sentencia condenatoria de 18 años de cárcel contra Lugo Andrade por el delito de homicidio calificado con alevosía y ensañamiento en perjuicio de un descendiente. La mujer cumplirá su condena en el Internado Judicial de Barinas.
Este lamentable hecho ha conmocionado a la comunidad portugueseña y en general a todo el país. La crueldad y el desamor con que actuó la madre contra su propia hija han generado repudio y rechazo social.
Este caso nos invita a reflexionar sobre la importancia de la salud mental y el apoyo familiar, especialmente en situaciones vulnerables como el embarazo y el parto. Además, pone de manifiesto la necesidad de garantizar una justicia pronta y certera para este tipo de crímenes que atentan contra la vida más inocente: la de un bebé recién nacido.